El origen del ser humano y las criaturas que lo rodean fue una de las interrogantes que aquejaron al mundo durante años. Basado en una enorme cantidad de observaciones, Charles Darwin (1809-1882) planteó su teoría de la evolución y aclaró el panorama respecto al tema, lo cual despertó el debate dentro de la comunidad científica. Si quieres conocer la historia de uno de los naturalistas más influyentes en la historia de la humanidad, no te pierdas la biografía de Charles Darwin.
Biografía de Charles Darwin resumen
Índice
Educación de alto nivel
Charles Robert Darwin nació el 12 de febrero de 1809 en el pueblo de Shrewsbury, al oeste de Inglaterra. Fue el quinto hijo entre Robert y Susannah Darwin, una pareja adinerada con una marcada pasión por la ciencia y el estudio de la naturaleza. Por parte de su padre, quien era un renombrado doctor, distintos ancestros de Charles habían dedicado su vida a la ciencia. Su madre Susannah murió en 1817 de cáncer estomacal, cuando el pequeño tenía apenas 8 años.
Como la mayoría de los jóvenes adinerados de la época, Charles Darwin pasó su infancia en su pueblo natal y fue educado en casa. Al cumplir los 16 años, su padre lo envió a la Universidad de Edimburgo junto con su hermano Erasmus. Fue en esta institución, ubicada en Escocia, donde Darwin dio sus primeros pasos en el mundo de la ciencia. Sin embargo, al cumplir los 18 años, solicitó ser transferido a la Universidad de Cambridge.
Charles Darwin a bordo del HMS Beagle
Su notable desempeño como estudiante llevó a Charles Darwin a convertirse en pupilo del botánico John Stevens Henslow, uno de los intelectuales más conocidos de la Universidad de Cambridge. Los dos entablaron una excelente amistad, en la que compartían conocimiento y realizaban investigaciones en conjunto. Cuando Darwin se graduó de la institución en 1831, fue Henslow quien recomendó a su pupilo para el puesto de naturalista a bordo del HMS Beagle, un bergantín que partiría en un viaje de 5 años alrededor del mundo.
Para Charles Darwin, un científico aprendiz, el viaje a bordo del HMS Beagle representaba una oportunidad inmejorable para explorar el mundo. La embarcación partió el 27 de diciembre de 1831 con Darwin a bordo, quien estudió una enorme cantidad de fósiles, plantas y animales durante la travesía. Después de regresar a Inglaterra, a finales de 1836, el científico británico comenzó a escribir sus conclusiones científicas en Diario y observaciones, una obra publicada como parte del ensayo que resumía todo el viaje.
El nacimiento del darwinismo
Aunque el diario de exploración del HMS Beagle no contenía mayores revelaciones, el viaje había tenido un impacto trascendental en Charles Darwin. A partir de esta travesía, el joven comenzó a desarrollar una teoría que estaba a punto de cambiar el mundo para siempre. El revolucionario planteamiento estaba relacionado con el origen de los seres vivos y difería claramente de las proposiciones de otros naturalistas de la época sobre el tema. Todos sus postulados se encapsularían posteriormente en el término darwinismo.
A través de sus estudios de fauna, flora y fósiles, Charles Darwin había concluido que existían similitudes entre distintas especies alrededor del mundo. Para Darwin, las variaciones que presentaba cada criatura dependían principalmente del ambiente en el que se había desarrollado. Estas observaciones lo llevaron a la teoría de que estas especies habían evolucionado gradualmente de antepasados comunes que todas compartían. Asimismo, su teoría de la evolución establecía que cada ser vivo había sobrevivido o desaparecido obedeciendo a un proceso llamado selección natural.
La misteriosa enfermedad de Charles Darwin
En 1837, Charles Darwin recibió un financiamiento de 1000 libras esterlinas para la publicación de un ensayo individual respecto a los descubrimientos de su viaje a bordo del HMS Beagle. El científico trabajó arduamente para cumplir con las irrealistas fechas de publicación establecidas por la editorial. Además, se encontraba escribiendo su propio diario y desarrollando la obra que contenía su teoría de la evolución. El exceso de trabajo llevó a Darwin a caer enfermo y los doctores le recomendaron pasar algunas semanas en el campo.
Durante sus vacaciones, Charles Darwin visitó a sus parientes en Shrewsbury y realizó un breve viaje por Escocia. Sin embargo, lejos de encontrar paz y tranquilidad, utilizó su tiempo en el campo para continuar observando el comportamiento de plantas y animales. Sus cuadernos de investigación correspondientes a estos años muestran que estaba indeciso respecto a la idea de casarse. La primera candidata de Darwin era su prima, Emma Wedgwood, una mujer adorable y comprensiva a quien había conocido en su regreso a Shrewsbury.
El origen de las especies
Debido a su naturaleza tímida y poco sociable, a Charles Darwin le tomó casi un año proponerle matrimonio a Emma Wedgwood. Finalmente, la pareja se casó en enero de 1839 y se mudó a Londres. Poco después de llegar a la capital, Darwin fue elegido miembro de la Real Sociedad de Londres para el Avance de la Ciencia Natural. Durante los próximos años se mantuvo en aquella ciudad, continuó desarrollando su teoría de la evolución y disfrutó de los cuidados de Emma.
En 1858, después de años de investigación científica, Charles Darwin presentó públicamente el resultado de su trabajo. En principio, Darwin propuso su teoría de la evolución mediante un escrito que leyó a la Sociedad Linneana de Londres, una prestigiosa agrupación científica. Un año después ofrecería una explicación más extensa a través de su trabajo más conocido: El origen de las especies. Aunque la polémica alrededor de este ensayo no tardó en surgir, la sociedad científica valoró la enorme cantidad de información recopilada por el científico.
Algunos sacerdotes conservadores señalaban que la teoría de Charles Darwin entraba en conflicto con el creacionismo. Sin embargo, otras figuras religiosas salieron en defensa del escrito y argumentaron que la selección natural podría ser un proceso creado por Dios. Mientras corría la década de los años 60, la teoría se convirtió en uno de los temas más debatidos internacionalmente. Aunque Darwin no podía asistir personalmente a estas discusiones debido a problemas de salud, participaba a través de correspondencia.
Últimas obras de Charles Darwin
Mientras su teoría continuaba siendo objeto de debate en todo el mundo, Charles Darwin continuó trabajando. Constantemente recibía en su casa a distintos científicos o reporteros que se mostraban interesados en debatir o conocer más sobre sus postulados, mientras que en secreto seguía escribiendo un nuevo libro. Finalmente, en 1871, publicó El origen del hombre, ensayo en el cual debatía sobre la evolución del ser humano y el procedimiento que éste seguía para elegir una pareja.
Después de publicar El origen del hombre, Charles Darwin continuó sintetizando años de investigación para escribir un nuevo ensayo. Un año después, en 1872, el científico publicó La expresión de las emociones en el hombre y los animales. Aunque conceptualmente arriesgadas, las dos obras contaron con un excelente recibimiento por parte de la comunidad científica. Ambos libros desarrollan nuevos conceptos que parten de la teoría de la selección natural, por lo que son considerados ensayos derivados de El origen de las especies.
Una muerte tranquila
Durante la última década de su vida, Charles Darwin dedicó la mayor parte de su trabajo al estudio de las plantas e insectos. Obras como Plantas insectívoras y El poder del movimiento en las plantas resultarían de suma importancia para la evolución de la botánica durante inicios del siglo XX. Aunque su delicada salud —y su sobreprotectora esposa— le impedían asistir a conferencias frecuentemente, Darwin disfrutaba quedarse en casa y examinar las plantas que adornaban su jardín.
Charles Darwin utilizó la mayor parte de sus ganancias como científico para pagar por la educación de sus hijos, de los cuales tres murieron durante la infancia y siete alcanzaron la adultez. En las páginas de su diario, escritas durante sus últimos años de vida, destaca el valor de poder pasar tiempo en casa, alejado de la tumultuosa vida de ciudad. En contraste con los métodos de crianza de la época, Darwin era un padre afectuoso y sumamente dedicado al bienestar de su familia.
El 19 de abril de 1882, Charles Darwin murió en su casa ubicada en Downe, a las afueras de Londres. Ese mismo año, los doctores le habían diagnosticado problemas cardiacos causados por una trombosis coronaria. En la posteridad, se ha especulado que Darwin pudo haber muerto a causa de la enfermedad de Chagas, debido a que en uno de sus diarios relata haber sido mordido por el insecto que produce esta patología mientras pasaba por Argentina.
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