Biografía de Abraham

La historia religiosa guarda un sentido importante dentro de las costumbres y creencias mundiales. En el caso de la religión judía, la figura de Abraham (1813 a. C.-1638 a. C.), considerado uno de los tres patriarcas del judaísmo, es quizás una de las más trascendentales. Ya que este hombre es visto por muchos como el ejemplo ideal del hombre justo y abnegado, así como la representación fidedigna del pater familias, la biografía de Abraham es de lectura obligatoria. ¿Nos acompañas a leerla?

Biografía de Abraham resumen

El nacimiento de un gran hombre

De acuerdo con extractos históricos, muchos de ellos presentes en las lecturas bíblicas de las tres religiones abrahámicas (judaísmo, cristianismo e islam), Abraham nació en el año 1813 a. C. en Ur, lo que hoy día se conoce como Irak. Los orígenes de Abraham, podría decirse, son algo proféticos. Su padre, Taré, fue descendiente de Noé, otra importante figura dentro de la religión judía y cristiana.

DATO CURIOSO
El nombre de Abraham viene de la combinación de ab y ram. El primer término significa ‘padre’ y el segundo ‘excelso’ o ‘magnífico’. Debido a esto, el nombre de Abraham se asocia con la figura del pater familias o padre de familia.

La vida de Abraham se vio fuertemente influenciada por su matrimonio con Sarai, quien después pasaría a llamarse Sara, la cual era su media hermana. Tras esta unión toda la familia de Abraham, liderada principalmente por su padre Taré, decidió dejar la ciudad de Ur y asentarse en Jarán. Esto ocurre como parte de un designio de Dios para la familia.

Su tiempo en la ciudad de Jarán, ubicada en Mesopotamia, espacio hoy en día ocupado por Irak, Siria y Turquía, fue bastante breve. La muerte de Taré, a los 205 años de edad, cambió el rumbo de Abraham y su familia. De acuerdo a lo expuesto en el libro del Génesis en la biblia cristiana, Abraham tuvo una aparición de Dios donde éste le indicaba que ya era tiempo de dejar Jarán y empezar a buscar una tierra propia, donde él y su familia constituirían un gran pueblo.

Detrás de los designios de Dios

Tras un exhaustivo viaje, Abraham logró dar con ese importante lugar que le había conferido Dios. De esta manera, se asentó con Sara, Lot (su sobrino), y sus rebaños, en la región de Canaán. Estando allá, Abraham construyó un templo dedicado a Dios, donde honró sus intenciones y presencia en la vida de él y su familia.

La devoción religiosa de Abraham, seguida siempre por las constantes apariciones y mensajes de Dios, lo llevó a seguir su travesía por entre varios lugares de Egipto. Para algunos cronólogos este recorrido fue la gran vocación de Abraham, ya que en este tiempo pasaría por varias pruebas que desafiarían su fe y devoción por Dios.

Durante su tiempo en Egipto, Abraham vivió su primera prueba de amor junto a su esposa Sara. Para muchos egipcios su mujer era vista con ojos de deseo. Éste incluso llegó a recibir toda clase de chantajes para ceder a su mujer ante faraones y príncipes. Sin embargo, Abraham, fiel al amor por su mujer, no se dejó influir. Debido a esto, todos aquellos hombres que deseaban robarse a Sara fueron condenados por Dios.

¡ESTO TE SORPRENDERÁ!
Una de las cosas que permitió que Sara no cayera en manos de los egipcios fue que ésta afirmó, en todo momento, que era hermana de Abraham y no su esposa. Esto, además de evitar la ruptura marital entre ambos, evitó que Abraham fuera asesinado por los egipcios.

Abraham, el gran patriarca hebreo

Durante sus viajes por Egipto, Abraham vivió una serie de acontecimientos trascendentales que marcarían el rumbo de las religiones abrahámicas, sobre todo la judía. Quizás una de las más notables tiene que ver con la circuncisión. Dentro del judaísmo el acto del brit milá (o ritual de circuncisión), cumple un papel importante en la trascendencia de la figura masculina judía. Abraham cumplió con estos deseos al circundarse a sí mismo tras el nacimiento de su primer hijo, Ismael, reafirmando, nuevamente, su compromiso con Dios.

Tras este primer hijo, y como regalo de Dios a sus casi 100 años, Sara da a luz a un niño al que llaman Isaac. Junto a Isaac, Abraham demostró otro gran ejemplo de grandeza y fe. En la ruta para cumplir una promesa a Dios, Abraham estuvo a punto de sacrificar a su hijo para poder continuar con su viaje. Sin embargo, al momento de realizar el acto, Dios se le apareció de nuevo diciéndole que ésta se trataba de una prueba, la cual había pasado y por la que sería compensado con riquezas.

¿SABÍAS QUE...?
Cabe destacar que Ismael no fue hijo de Sara. La madre de Ismael fue una mujer llamada Agar, quien era esclava de la familia. Esto ocurrió así debido a que Abraham creía infertil a Sara, y éste, según Dios, debía tener un primogénito varón.

Una leyenda del judaísmo

Para muchos, Abraham es el ejemplo perfecto del hombre judío ilustre y virtuoso. Se dice que murió hacia el año 1638 a. C. en la ciudad de Hebrón. Sus hijos, Isaac e Ismael, continuaron su legado y pasaron a convertirse en grandes defensores de las creencias de su padre. De este modo, a ambos se les consideran, al igual que Abraham, patriarcas de los judíos.

Precursor de las creencias monoteístas dentro de la religión judía, cristiana e islámica, Abraham es, sin duda, uno de los personajes más significativos de la historia religiosa en el mundo. Sus aportes, más que materiales, fueron espirituales. Asimismo, su imagen permanece intacta en el Nuevo Testamento cristiano, y para los judíos es considerado como el hombre que logró los más grandes pactos con Dios.

¡Esta dramatización de Abraham ambientada en varias escenas bíblicas te dejará sin palabras!:

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