Escritor, periodista, cronista, traductor: son algunos de los adjetivos que definen a Juan Villoro (24 de septiembre de 1956). Reconocido por ser condecorado con el Premio Iberoamericano de Narrativa Manuel Rojas (2018). Descubre cómo logró convertirse en una de las voces más destacadas e influyentes de la literatura latinoamericana de los últimos tiempos al leer la biografía de Juan Villoro.
Biografía de Juan Villoro resumen
Índice
Primeros años
Nació el 24 de septiembre de 1956 en la capital mexicana. Hijo de un padre filósofo, Luis Villoro, y una madre psicoanalista, Estela Ruiz Milán, quienes se divorciaron cuando sólo tenía nueve años. Las profesiones que sus padres ejercían le permitieron crecer en un ambiente donde la comunicación asertiva y la empatía eran prácticas fundamentales del día a día.
A raíz de esta separación, gran parte de su infancia la pasó junto a su abuela, quien escribía best sellers y libros de desarrollo personal destinados a colegios católicos. Ella llenaba de anécdotas y radionovelas al joven Juan Villoro, ya entonces aficionado al fútbol; fanático del Barcelona y jugador de los Pumas, equipo de la Universidad Autónoma Nacional de México (UNAM), para las divisiones inferiores.
A pesar de la imaginación de su abuela, no es hasta que cumple los quince años que inicia su vocación literaria gracias a la lectura del libro De perfil de José Agustín. Esto lo motiva a adentrarse en 1973 al taller de cuento del Departamento de Difusión Cultural de la UNAM, impartido por Miguel Donoso.
Juan Villoro y sus comienzos como narrador
Tras su licenciatura en Sociología en la Universidad Autónoma Metropolitana, Villoro continúa su camino en el mundo de las letras. En 1976 es becario del Instituto Nacional de Bellas Artes en un taller de narrativa, exclusivo para tres estudiantes, dictado por el escritor Augusto Monterroso (1921-2003). Al concluir este taller, el mismo Monterroso llevó el manuscrito del primer libro de Juan Villoro La noche navegable, un conjunto de once cuentos, a la editorial Joaquín Mortiz; pues reconocía el potencial y el valor literario de la obra surgida bajo su tutela. En 1980, éste es publicado.
En 1984, con sólo 28 años, Villoro publica su segundo libro de relatos, Albercas, en la misma casa editorial. No es hasta una década después que obtendrá su primer reconocimiento con el premio IBBY por El profesor Zíper y la fabulosa guitarra eléctrica, libro con el que incursiona en la narrativa infantil.
El camino al éxito comenzaba a cernirse sobre Juan Villoro. Gracias a sus conocimientos en la literatura y el idioma alemán, desde 1981 a 1984, es agregado cultural de la Embajada de México en Berlín Oriental. Experiencia que le servirá de inspiración para escribir el cuento «La estatua descubierta» del libro La casa pierde.
También se ha dedicado a la traducción, y en 1988 le es otorgado el Premio Cuauhtémoc por traducir del alemán al español la obra Cuarteto de Heiner Müller y Memorias de un antisemita de Arthur Schnitzler; libro que el propio Villoro considera uno de los más difíciles de realizar, llevándole más de seis meses, debido al lenguaje intrincado y específico que utiliza Schnitzler.
A inicios de su carrera como escritor, su público objetivo era el infantil. Sin embargo, con la llegada de sus novelas El disparo de Argón (1991), Materia dispuesta (1997) y El testigo (2004), con la cual consigue el premio Herralde, comienza a ser considerado como una de las voces más promisorias en la literatura hispanohablante. A partir de allí no destacará solamente como narrador de ficción, sino que explorará áreas como el ensayo crítico en portales como El Malpensante, Letras Libres y en libros como Efectos personales (2000), De eso se trata (2007) y La máquina desnuda (2009), por mencionar algunos.
Juan Villoro no es únicamente escritor y traductor: es un gran maestro. Ha dictado clases en la UNAM, y estuvo como profesor invitado en la Universidad de los Andes, Princeton, Yale, Pompeu Fabra, Boston, entre otras. Donde dictó seminarios y charlas sobre literatura mexicana y narrativa en general.
También ha dado clases en la Fundación Gabriel García Márquez para el Nuevo Periodismo Iberoamericano, y fue miembro del consejo rector del Premio Gabriel García Márquez de Periodismo, que es entregado anualmente en Medellín.
Un gran cronista
El talento narrativo de Juan Villoro también se destaca relatando realidades. Imbuido en la prensa mexicana, aborda los intereses que salen a relucir en su obra: la actualidad de México, los sucesos políticos y sociales, sus fisuras culturales y, en síntesis, la búsqueda por definir el ser mexicano. Ha colaborado con distintos medios locales como El Reforma, Proceso y La Jornada; asimismo con medios internacionales como El periódico de Catalunya y El Mercurio (Chile).
El 27 de febrero de 2010, Juan Villoro experimenta uno de los terremotos más violentos que ha sacudido Chile, y de los más funestos que se han registrado en el último siglo. Villoro se encontraba en la ciudad de Santiago como invitado a un Congreso de Literatura Infantil. Esa noche se produjo el temblor. A raíz de esta experiencia, Juan Villoro publica 8.8: El miedo en el espejo, una crónica testimonial sobre este suceso. Allí el autor reúne ensayos en los que reflexiona acerca del evento, textos misceláneos entre la crónica y la memoria, así como pensamientos y opiniones de otros autores invitados del congreso.
Su experiencia con los temblores, al ser mexicano, es cercana. Cuando niño, Juan Villoro pensaba que los temblores de la tierra eran producto de las pisadas de su padre. No es hasta el 19 de septiembre de 1985 que su percepción cambia; Producto del terremoto que destruyó la Ciudad de México. Cada vez que un vaso de agua tiembla, la inquietud se hace presente y se pregunta: «¿Es la Tierra o soy yo?»
Juan Villoro se destaca por ser polifacético. Así como su pluma sirve para retratar tragedias, también la emplea para escribir sobre sus dos grandes aficiones: la música rock y el fútbol. Distinto a la relación entre la literatura y el fútbol, Villoro se acerca este deporte, lo concibe como otra expresión de la cultura.
Esta visión lo ha acompañado cuando le ha tocado ser cronista de varios mundiales: Italia 90 como emisario de El Nacional y Francia 98 para La Jornada; Alemania 2006 y Sudáfrica 2010. Producto de esta pasión, escribió los libros de crónicas sobre este deporte que aparecen en: Los once de la tribu (1995), ¿Hay vida en la Tierra? (2012), Balón dividido (2014) y Dios es Redondo (2006), en el que menciona que «el fútbol es la recuperación de la infancia».
Últimos trabajos de Juan Villoro
A partir de los 50 años, Juan Villoro también experimenta la escritura teatral. Saca su primer guion en 2008 titulado Muerte parcial. Para el 2018, con la publicación de La guerra fría y otras batallas, ha amasado un total de cinco guiones teatrales. Su trabajo previo en esta área había sido desarrollar un guion para la película Vivir Mata.
Juan Villoro ha demostrado no ser solamente un escritor exitoso, sino que es ejemplo de un autor polifacético e íntegro, capaz de abarcar distintas áreas laborales y destacarse en cada una de ellas. Es sin duda un maestro de la vida.
Para cerrar con broche de oro, te recomendamos esta informativa entrevista al ilustre Juan Villoro acerca del arte de novelar:
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