Tony Leblanc (1922-2012) fue uno de los actores más emblemáticos en la historia del cine español. Su desbordante talento lo hizo poseedor de una carrera legendaria y lo convirtió en un ejemplo a seguir para todos los intérpretes. Incluso durante sus últimos años, continuó ofreciéndonos risas en la gran pantalla y demostrándonos su infinita capacidad actoral. Si quieres deleitarte con el recuento de una carrera fascinante y llena de momentos emotivos, no te puedes perder la biografía de Tony Leblanc.
Biografía de Tony Leblanc resumen
Con talento de sobra
Ignacio Fernández Sánchez nació el 7 de mayo de 1922 en Madrid, España. Hijo de María Sánchez López e Ignacio Fernández Blanc. Nació en una de las salas del Museo del Prado, debido a que su madre se encontraba en el lugar visitando a Ignacio, quien trabajaba como vigilante en el museo.
Realizó todos sus estudios preuniversitarios en la ciudad de Madrid, aunque de manera muy intermitente, debido a que su hogar atravesaba difíciles condiciones económicas que lo obligaron a buscar trabajo. Durante su adolescencia asistía a un gimnasio de la capital, en donde practicaba boxeo. Más tarde se dedicó a jugar fútbol, hasta que el Sindicato Nacional de Deportes de la época lo suspendió por practicar ambas disciplinas a la vez.
Consiguió trabajo como actor de reparto en la película Los últimos de Filipinas, estrenada en 1945. A pesar de que no tenía experiencia previa ni había estudiado actuación, su interpretación fue bien recibida por los productores. Gracias a este empuje, consiguió papeles de reparto en La fiesta sigue y Currito de la Cruz, estrenadas a finales de la década.
Tony Leblanc tuvo su primer papel protagonista en la película La revoltosa, en 1950. Tres años más tarde protagonizó dos musicales: La danza del corazón y El pescador de coplas, los cuales fueron proyectados en Gran Bretaña y Estados Unidos. Posteriormente, en 1957, alcanzó reconocimiento a nivel teatral con el espectáculo Te espero en el Eslava. Un año después regresó a los escenarios con Ven y ven… al Eslava.
Un desafortunado accidente
Tony Leblanc tuvo participaciones destacadas en programas televisivos de los 60 como Gran parada y En órbita. Acompañó estos éxitos con más actuaciones en el cine, en películas como 091 policía al habla, Tres de la Cruz Roja e Historias de la televisión. Más tarde obtuvo papeles principales en dos comedias que se convirtieron en clásicos del cine español: El astronauta y El hombre que se quiso matar, ambas estrenadas en 1970.
En 1975, Tony Leblanc es obligado a retirarse del cine, debido a una enfermedad en sus huesos que le dificultaba caminar. Se dedicó al teatro durante los siguientes años, en papeles que no le exigían demasiado físicamente. Sin embargo, en 1983 sufrió un accidente de tráfico que lo dejó minusválido por varios años y no le permitió seguir actuando. Se dedicó a escribir guiones para producciones teatrales, además del poemario En la otra orilla de mi vida, lanzado en 1987.
El regreso de Tony Leblanc
La Academia le otorgó a Tony Leblanc un premio Goya por su destacada carrera en las artes escénicas, en 1993. Años más tarde, recibió una llamada del cineasta y actor Santiago Segura, para ofrecerle un personaje en su primer largometraje como director. El resultado fue Torrente, el brazo tonto de la ley, una comedia que se convirtió en la película más taquillera en la historia del cine español hasta el momento y en donde Leblanc interpretaba al padre del personaje principal.
Toda mi vida pensé que no quería morir trabajando. Después de haber regresado al cine, la profesión que amo, esa que me dio todo, quiero morir con las botas puestas. Lo que me empuja a continuar son todas esas personas que quieren a Tony Leblanc. Eso es todo lo que necesito. Tony Leblanc
La excelente actuación de Tony Leblanc en Torrente, el brazo tonto de la ley le valió un Goya al mejor actor de reparto, siendo parte de uno de los momentos más emotivos que ha tenido la gala de premios. A pesar de que su personaje muere durante la primera película, Leblanc volvió para las secuelas, demostrando su versatilidad al interpretar al gerente de un club nocturno, al tío y hasta a la abuela de Torrente.
En 2012, un año después de haber sido parte del elenco de Torrente 4: Lethal Crisis, Tony Leblanc falleció en la ciudad de Madrid, producto de un paro cardiaco. Fue enterrado junto a sus padres, en una ceremonia que reunió a distintas personalidades del mundo del cine que sentían un profundo aprecio por el actor:
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